Se fue el olor a café

Se fue el olor a café
Y con él varios de mis recuerdos,
Se fueron varias madrugadas húmedas,
Se fueron todas las estrellas de cada noche.

Las miradas cómplices ya no tienen horizonte,
La lluvia sólo es agua que moja,
El viento se sigue llevando el sabor
De todo lo que apasiona.

Con ese exquisito aroma
Se van sonrisas y lágrimas,
Se van palabras furtivas y también las cálidas,
¿A dónde van? Nadie ha sido capaz de responder.

Ahora hay cientos de nuevas canciones
De la radio, de la red que puedo escuchar,
Y que pueden tener sentido en este espacio,
Se van sin embargo aquellas que canté.

Quedan cicatrices como tatuajes,
Quedan brillos como teñiduras,
Quedan arrugas como siluetas,
Queda silencio como respuesta.

Queda mi espera de un nuevo olor…
Queda mi mirada infinita,
Quedan mis antiguos sueños despertando,
Quedan mis manos en búsqueda de la caricia.

La verdad de una mujer no está en sus palabras,
Sino en cada cosa que hace su corazón.

Se fue el olor...

Otaner