...aquel que escribe...

Gracias Pablito por reaparecer en mi vida, este es mi himno-oración personal por estos días... Guardo el dolor en un saco roto y mustio Donde el amor ya no puede convivir. Guardo mis penas en los años que desuso Y despilfarro en mi incierto porvenir. Llevo la trágica presencia de la vida Como la vara con que tengo que medir Lo que registra cada día mi pupila Y que incorporo lentamente a mi vivir. Y así las cosas, hago el payaso aquí Soy el amante allá, soy como un maniquí Que se deja llevar para que el tiempo pueda pasar. Caminaré entre la gente conmovida Me envolveré entre sus vicios y virtudes, Resistiré como un testigo que no pudo Cantar su tiempo solo en loas y felicidad. Pablo Milanés - Días de Gloria

Que subas a la colina más alta, y bajes a la playa más bonita, Que viajes a la esquina, a otra ciudad, a otro continente y en cada lugar percibas la luz, Que tengas tanto dinero como generosidad, Que alcances a probar todos los sabores de helados, Que la música te acompañe mientras te movilices. Que leas tantos libros como sabiduría puedas percibir de ellos. Que recojas la basura aunque tú no lo hayas tirado y ponerla en lugar que corresponde, es decir que te limpies a ti mismo. Que comprendas que este momento es perfecto y que no hay como cambiarlo, Que sueñes con quien te inspire y que al despertar le encuentres. Que cuando veas a cualquier bichito pienses que tiene tanto derecho a vivir como tú. Que te enamores, pero también que ames, Que sueñes, pero que nunca te quedes dormido sin sueño. Que bebas mucha agua, que valores la flor que arrancaste, Que fotografíes muchos paisajes, Que te mires al espero y te rías es decir que te encuentres Que si no te sab

Contando ovejas, abejas, acordes y etiquetas, países democráticos, arácnidos, viajes y maletas, personajes de caricaturas, personajes de mis cuentos, nombres, caras, plazas, parques y templos, colores del arco iris, colores de mi iris, los momentos felices y lo de crisis, los vellos de mis brazos, las bellas de mis musas, mis mentiras blancas, mis verdades y mis excusas, las entrelineas de las letras de las canciones, las sumas, tus restas y mis fracciones, las siluetas, las figuras de mis sillones, cada prenda íntima de mis cajones. He contado palabras que expresen belleza, y palabras que hablan de mis dudas y mis certezas, las ciudades, países que he visitado, los lugares en donde me he enamorado, las carreteras que he transitado, los rincones donde me han amado, los errores que todavía no he borrado, las canciones que mis labios han cantado, cada respirar, palpitar, suspirar y caminar, cada oración, cada oblación que debo rezar, las cuerdas que se le han ro

Ciclear muy lejos, Regresar y calmar la sed, Pensar, repensar, verme en el espejo, Resquebrajarme, mi martillo y cincel. Mi vacío no es ausencia de algo, Es la ausencia de todo lo que llevo dentro. Sentarme, ver una flor, una rosa, un girasol, Pararme, ver una sombra, una silueta, un reloj, Ser la sombra vacía tras del sol, Hundirme en el pantano de su frialdad, Hundir, flotar, sumergir y no ahogar. Mi vacío no es ausencia de todo, Es ver mi dentro flotando alrededor. Morir los domingos, Y los lunes ya sentirse... ¿bien? Ver fotos, cerrar los ojos, ver mis ojos, Lágrimas, cuerda rota, lluvia, relámpago roto. Mi vacío no lo es todo, Mi todo no es un vacío. Mirarla, pensarla, verla caminar, Ver y no tocar, tocar y no sentir, Sentir y no amar, amar y no claudicar. Ver al norte, respirar el ventarrón y caminar. Noche húmeda, largas melodías, No es vacío, no es todo. Me encierro, me abro, Florecer y morir, brillar mi mirada, Escribir, suspirar, revivir,

Para vivir necesito varios rayos de Sol que abrigan las entrañas en contra de la frialdad del mundo, necesito la Luna que seca las lágrimas nocturnas y las convierte en un suspiro cada mañana, además de esa lluvia que por falta de caminar en mi ciudad no ha permitido sentir el frescor de sus gotas intimidantes. Para vivir necesito de unas melodías y un sinfín de poesías, las melodías para darme ritmo y las poesías para darme sabor. Necesito de árboles, ya no para subirme en ellos, sino para dejarme cobijar de su sombra y del agua que acaricia sus ramas. También de fuertes ráfagas del viento que despeinan y moldean mis cabellos indicando la dirección correcta a seguir. Para vivir necesito de una mirada, fija, intensa, rebelde y apasionada, necesito su luz y su brillo. Necesito de la enseñanza certera y esperanzadora de las experiencias en las que salí victorioso, y de mis fracasos necesito su fortaleza de donde aprendí a aceptarlos y a vivirlos. Para vivir necesito un tec