KIDULT: Sobre la Madurez...


"No dejamos de jugar porque se es viejo, sino que se es viejo porque dejamos de jugar." B.F.

La persona está madura psicológicamente cuando da los frutos propios de su naturaleza específica, conocimiento y amor. Crecer en conocimiento no es aumentar sólo el saber de las cosas o ciencias más importantes, es crecer en el conocimiento de sí mismo; de tu lugar en el mundo, del sentido de tu vida, de tu relación con los demás, del sentido de tu trabajo, del sentido de tu destino, del sentido de por qué, para qué y cómo.

¿Quieres saber cuáles son algunos de los síntomas de personalidad madura e inmadura? Las personas maduras son distintas de la gente común. Pero no se esfuerzan por parecer distintas. Ni temen que las tachen de distintas. Simplemente lo son. Lo son porque disfrutan de todo lo sencillo, bello y positivo que tiene la vida y:

  1. No pierden el tiempo con quejas contra los demás o los acontecimientos.
  2. No tienen sentimientos y complejos de culpa. Reconocen sus errores y defectos, pero sin lamentaciones inútiles.
  3. No de disculpan culpando a los demás
  4. Viven con alegría el momento presente, programando prudentemente el futuro sin pesimismo obsesivo.
  5. Recuerdan el pasado en lo que tuvo de positivo, sacando enseñanzas positivas incluso de lo que fue negativo.
  6. Aman generosamente sin exigir amor a quienes aman, sin crear dependencias y respetando la libertad de pensar, amar y actuar según su propia y exclusiva decisión.
  7. Evitan depender de los demás y que los demás dependan de ellos.
  8. Actúan sin la necesidad del aplauso y la alabanza de los demás.
  9. Obran por sí mismos. No por lo que piensan o desean los otros. Pero tampoco alardean de ello.
  10. No se preocupan de los vanos e inútiles convencionalismos sociales, pero respetan las reglas del juego de la vida en sociedad.
  11. Tienen sentido del humor y no se sienten heridos con bromas que hacen de ellos.
  12. No adoptan actitudes dramáticas ni toman la vida demasiado en serio.
  13. Se aceptan a sí mismos, con serena comprensión.
  14. Aceptan y comprenden los errores ajenos con naturalidad y superioridad.
  15. No se esfuerzan en aparentar lo que no son, ni físicamente ni moralmente. No usan máscaras ni caretas.
  16. No se disculpan de sus defectos con la manoseada frase: "Es que yo soy así".
  17. No repiten demasiado el yo ni usan actitudes o frases de falsa modestia.
  18. Aman la espontaneidad y sencillez y gozan profundamente de todos los encantos de la naturaleza.
  19. Son dueños de sus sentimientos y no son dominados por cualquier emoción del momento.
  20. Ante contratiempos y adversidades mantienen serenidad sin adoptar posturas de mártires.
  21. No juzgan a la gente superficialmente por su aspecto exterior o por la clase de casa o automóvil que tiene.
  22. Creen en sí mismos, en sus poderes internos para resolver sus problemas psíquicos y físicos sin engreimiento vano ni aislamiento egoísta y orgulloso.
  23. Se aman rectamente y de verdad a sí mismos, sin miedo de ser tachados de egoístas. Cuidan con esmero su salud física y mental.
  24. Son amantes de la verdad. Nunca dicen mentiras, pero saben que a veces hay que callar la verdad por respeto a sí mismos o a otros.
  25. No dan consejos, imponiendo lo que deben hacer los demás. Simplemente exponen su parecer.
  26. No andan en habladurías y críticas ni propagan información tendenciosa o maliciosa.
  27. Su conversación es siempre de tono positivo, rehuyendo os comentarios negativos o destructivos.
  28. Son prácticos, no críticos o teóricos.
  29. Aman la vida sin condiciones. En lugar de lamentarse lo que no debe o debería ser, trabajan para cambiar lo que debe ser cambiado.
  30. No temen los fracasos porque saben que los únicos que no rompen un plato son los que nunca los lavan.
  31. Son perseverantes, no tercos. Saben que es propio del sabio el cambiar de parecer y propio del necio permanecer en el error.
  32. Aunque aman mucho la vida, no temen la muerte.
  33. No viven a expensas de las modas del momento en el vestir o formas de vida, aunque respetan a los que son manipulados por las modas y los caprichos.
  34. Son amantes de la humanidad sin valores parcializados. Se sienten más miembros de la sociedad humana que súbditos de determinada patria o región. Respetan y aprecian idiosincrasias nacionales o regionales.
  35. Evitan los fanatismos políticos, religiosos, sociales, deportivos, conscientes de que eso limita la amplitud de visión y de amor.
(Extraído del libro "La alegría de ser tu mismo" Dr. Danilo Lostado)


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