Mi canción

Con la tinta de un fantasma, del amor y la devoción,
No escucho más que la melodía que emprende mi razón,
Despertando en el momento que todo termine
Siendo más sabio o más viejo consumiendo lo que vive.
Sólo soy un ave sin rumbo que ha perdido un amor,
Llorando en mi hombro cuando nadie me entiende,
En soledad miro la Luna y me juro amor exponencialmente,
Escribo mis letras, mi canción, mi vida, mi dolor.

Algunas veces siento que no tengo compañía,
Mi única amiga es la ciudad en la que camino,
Y caminando por la calle la veo y caminando me enamoro,
Esperando un rayito de Sol que revuelva mi alegría.

Volando en las alas de una gaviota blanca,

Aprendo a querer cada día un poco más,
Aprendo a olvidar cada día un poco más,
No odio mi camino a pesar de estar perdido de casa.

Rezando por ella, y por mí,
Jugando al "hide and seek",
Pretendiendo ser feliz,
Desprendiendo mi raíz.

Mi canción cambia cada vez que la canto,
Mi letra se profundiza cada vez que la leo,
La lee un acuario, un piscis y algún leo,
Y mis lágrimas son la pintura de un santo.
He proclamado mi declaración,
No dejaré de escribir, de subir, de armar, de arpegiar, de bailar, de reír,
Y de jugar... de aprender y de crecer.
El dolor es mi abono, y el infinito mi límite.

Otaner