...aquel que escribe...

Porque así fluye más rápido Porque así se percibe lo más profundo, Mezclar el agua consigo misma llena el movimiento. Lo hace sublime y lo hace lento. Mendigando un pedazo de poesía, De esa poesía que llena los ojos de estrellas, Que enciende la mente con macabras ideas de pasión, Que se presta para pintar pétalos de rosas, Que se apasiona cuando le dicen amor. Porque todavía no aprendo a ver el flujo de mi sangre en mis palabras, Todavía me escondo detrás de los espejos, Y este sinsabor de miradas que recibo Me regresa al mundo en el que creo que todo es cierto. Te despojo musa mía de mi mirada, No has de ser merecedora constante de ella, Bien pudiste dejarla atrapada, Y mantener su semilla para convertirla en estrella. El agua fluye y busca otros espejos húmedos, El agua que se funde permite apagar nuevos fuegos, Y yo con mi itinerario incierto, Me alejo, me busco, me alejo. Otaner

Como parte de un reflejo Cada rostro se entremezcla en mi pupila, Y el desgarrador sonido de su impacto En mi mirada Crea siempre una nueva forma de observar. Oh mujer, ya me has mostrado tu pecho, Ya me has mostrado tu celo, Me has mostrado tu hombro, Has revelado tu olor, Mi olor ya fundido con el aire que hoy es violento, Permíteme ahora mostrarte mi reloj. No se trata de rompecabezas, No se trata de un resplandor, Es sólo que el calor de tus mejillas, Me dice que puedo nutrir mi respiración. En un abrazo todo se funde, En un compás no existe el temor, La melodía que es intensa, me propone y me cubre, Con su travesura rítmica, A despertar mi emoción. Este verso como el último compás Que todavía no puedo adivinar, Es el llamado para el niño con su sombrero, Es el lamento de nunca decir un adiós. Otanero