...aquel que escribe...

¡Ay Sabina!, ¿Cómo te va Silvio?, Interesante Aute, Profundo Pablito Desgarrador Ismael, Aznar te luciste, Filio adelante, Gieco me creciste. En el Mediterráneo Joan Manuel, Que bella estás Ana Belén, Miguel Ríos dale al rock, Victor Manuel tu no sa'ingle. Delgadillo estamos en la lucha, Alejandro y tus brazos de Sol, Fito no siempre en Buenos Aires, Pedrito muy cerca del Amor. Santiago una guitarra, Feliú dos guitarras más, Charly no te mueras, Jaime te escucho, Sabines te leo y no muero. Santiago lejos y cerca, y yo sigo aquí. La Negra que todavía sigue, Heredia encontró ojos de cielo, Nunca seré intérprete como Baglietto, En fin... Gracias Totales. Otaner Imagen de: baglione.de

Yo escribí cinco versos: uno verde, otro era un pan redondo, el tercero una casa levantándose, el cuarto era un anillo, el quinto verso era corto como un relámpago y al escribirlo me dejó en la razón su quemadura. Y bien, los hombres, las mujeres, vinieron y tomaron la sencilla materia, brizna, viento, fulgor, barro, madera y con tan poca cosa construyeron paredes, pisos, sueños. En una línea de mi poesía secaron ropa al viento. Comieron mis palabras, las guardaron junto a la cabecera, vivieron con un verso, con la luz que salió de mi costado. Entonces, llegó un crítico mudo y otro lleno de lenguas, y otros, otros llegaron ciegos o llenos de ojos, elegantes algunos como claveles con zapatos rojos, otros estrictamente vestidos de cadáveres, algunos partidarios del rey y su elevada monarquía, otros se habían enredado en la frente de Marx y pataleaban en su barba, otros eran ingleses, sencillamente ingleses, y entre todos se lanzaron con diente...

Subir la montaña y respirar su aire, Prender mi fuego interior y quemar mis miedos, Regar el agua de cada gota de amor, Caminar muy lejos y volver varias veces, Soplar el viento de mis ansias de amarte, Y amarte con toda mi intensidad, Tocar las cuerdas del sonido, Apoderarme del silencio del amanecer, Brillar como la luna en mi ventana, Y volver a sonreír como ansío verme. Regresar de mis lapsos y ver a Quito Como la ciudad que cuida mis acciones, Ver el Monte Corazón y encontrar mi espíritu, Mojarme en la brisa del mar luego de recostarme en la arena, Llorar para limpiar las pequeñas tristezas, Y reír para aprender de las grandes, Dibujar un sol en mi frente y aumentar el brillo de mi mirada, Romper mi misterio para por fin sacar la canción, Esa canción que ronda en mis manos y en mi pecho. Pero sobre todo pienso en ti, En todos y cada uno de tus pasos, En cada detalle que hacen tus manos, En tu equilibrio, en tus subidas y bajadas, No solo de las escaleras...

Todo ecuatoriano debe leerlo antes de ir a este bello país. Al menos en CDMX y Estado de México... Cocina.- Cuarto de Cocina Cocineta.- Lo que está dentro de la cocina (muebles, mezón, etc.) Tarja.- Fregadero y/o mezón Estufa.- Cocina con horno Parrilla.- Cocina sin horno (cocineta) Comida.- Almuerzo Almuerzo - Media mañana Derecho.- Recto, por la misma vía Combi.- Furgoneta Camión - Bus Micro.- Buseta Fonda.- Restaurante Jitomate.- Tomate Aluvias.- Arvejas Coger - Coger Agarrar - Tomar Licuado - Batido Agua de ... - Jugo de ... Jugo - Zumo Cerillos - Fósforos Nadie entendería... mejor usar. Te paso viendo... Paso por ti. Cogí y me fui... Entonces me fui. Esfero... Pluma Guardianía - Caseta, vigilancia No decir... mejor usar Agasajo - Festejo (y menos si dicen agasajo de niños) Coger - (sano consejo, mejor no usar) Las que confunden... Siempre - A la final Suyo de él - de él Un buen de - bastante Ahorita - Luego, más tarde -incluso puede ser...

No busques definirme, soy un misterio, Con él construyo mi casa, mi mundo, mi imperio, Pero es más fuerte la sed de ver lo serio, Que todo se construye en mi cuerpo etéreo. No me preguntes quién soy o a dónde voy, Si de verdad pudiera saberlo se notaría, No es posible que adivines lo que pienso, No es posible que te abrumes con lo que siento. Entre líneas puedes descubrirme, En mis canciones existo y respiro, En mis pasos puedes ver mi huella, Y en mi mirada descubrir mi alma. No me preguntes quién soy o a dónde voy, Si de verdad pudiera saberlo te lo diría, Mejor inventemos una melodía, O un velero azul en el cual navegar. Ámame en lo imposible de mi ser Y en lo fácil de mi piel y de mis manos, Soy un hombro para llorar, una máscara en la obscuridad, Un reloj de infinita arena que te puede esperar. Soy un niño que todavía reluce su ingenuidad, Pero también un sabio para animar, Un pintor de imágenes de poesía, Un pincel, un acorde, una travesía. No me pre...