Ni la pregunta ni la respuesta

¿Cuántos rayos de Sol necesitas para sonreír?
¿Cuántos girasoles azules para florecer tu jardín?
¿Cuántas canciones, cuántas guitarras blancas
que en vez de espinas te ofrezcan mantas?

¿Cuántas hojas debo escribir ahora en clave?
porque antes se escribía sólo con pluma de ave,
y era el símbolo perfecto entre escribir y volar
¿Cuántas rimas que al desgarrar lleven a soñar?

Pregunto porque mi curiosidad no me abandona,
Porque, aunque la oculto, se descubre con el aroma
De todo lo profundo que a medias he aprendido,
Porque todavía no puedo ser el que he querido.

Pregunto de muchas y de todas las formas posibles,
No estoy seguro si existan varias respuestas temibles,
Pregunto como cuando estaba en la secundaria,
Y escribía mis cuestiones sin tanta luminaria.

¿Ya tienes la respuesta? ¿O vuelvo a preguntar?
Posiblemente existan ganas terribles de llorar,
En la noche soy una pareidolia en las paredes,
Y en el día una sombra que se pierde entre redes.

¿Cuántos segundos he de contarte con mi mirada?
¿Cuántas lágrimas para suspirar antes de tu llamada?
Que fuerte esto que vivimos, que sostenemos,
Que amargo es verte y saber que ya no lo tenemos.
Ni la pregunta ni la respuesta que ambos conocemos.

D

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